lunes, 27 de mayo de 2013

Conejo con tomate



Mi padre era cazador, un guerrero trasnochado que no había encontrado descendencia que pudiera atesorar su arte. Pero elaboraba las recetas de la carne como si acariciara a una doncella. Luego nos obligaba a comerlo, como si dentro de cada bocado nos transmitiera un legado secreto que debíamos aprender.
Yo no entendía muy bien todo esto, me repugnaba ver a los animales desollados sobre la mesa, recuerdo con desagrado el olor pegajoso que inundaba la cocina al desprender la piel de la carne. Mi padre nos educaba como si formásemos parte de una tribu a golpe de pan caliente. Eso nos facilitaba la ingesta. No relato esto como si de un trauma se tratase, porque él lo cocinaba con la misma pasión que nos lo ofrecía. Tarde mucho tiempo en comprender esto. El está presente en cada fórmula que reproducimos y él nos enseñó.
Le encantaba el conejo con tomate, fórmula que a continuación os desvelo
Ingredientes
1 conejo en trozos
1 cebolla
1 diente de ajo
Orégano
Laurel
Sal
Aceite de oliva
1 kilo de tomate troceado
2 cucharadas de azúcar
Comino
Proceso de creación
Sazona el conejo y rehógalo unos 5-10 minutos hasta que empiece a estar dorado a ser posible en una cazuela de barro. Añadir en ese momento la cebolla picada en juliana y el ajo en taquitos. Cocinar 10 minutos más.
Incorpora el tomate, el azúcar, el orégano y el comino. Remueve todo para que se mezcle y dejar a fuego lento otros 10 minutos.