Este
era uno de los platos que mi padre más disfrutaba. No solo lo comía el día que
lo hacía, sino que al día siguiente aprovechaba la salsa que quedaba y con poco
más hacía un rico guiso de patatas. Recuerdo épocas en que la carne de cordero
tenía un precio elevado, lo que limitaba su consumo. Era un esfuerzo llevar ese plato a la mesa que yo nuca supe
apreciar en mi niñez, porque detestaba el cordero. Ya he comentado alguna vez
que era “mala comedora”, así que cualquier alimento que elevara el aroma más de
lo habitual, llegaba a enfermarme. Recuerdo como llegaba a mi casa después del
colegio y mi padre nos ofrecía a mi hermana y a mí un plato que él entendía era
suculento, y que no imaginaba que suponía un verdadero trauma comerlo. Hace
algunos días mi hermana me recordó este plato y me dijo que quería hacerlo como
lo hacía mi padre. Por eso es que hoy publico ésta fórmula de familia… Mucho
tiempo después he aprendido a degustarlo, y aunque no es de mis alimentos
favoritos, de vez en cuando lo como sobretodo, asado.
Ingredientes
para 4 personas.
1 kgr.
carne de cordero troceada (pecho o espalda)
70cc de aceite de oliva
3
dientes de ajo,
un
tomate grande y un pimiento rojo
una cucharada de hierbas secas (tomillo,
orégano)
250 gr. Cebolla
100 cc.
vino blanco seco
200 cc.
caldo de carne o agua, una hoja de laurel, una ramita de hierbabuena, 3 granos
de pimienta, sal.
Proceso de creación
Salpimienta
la carne, cortada en trozos, y adereza con las hierbas secas. Calienta en una
cazuela el aceite, añade los ajos pelados y deja que se doren un poco. Aparta
los ajos y reserva aparte.
Añade la carne a la cazuela y deja dorar a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Una vez bien dorada, añade la cebolla picada fina el pimiento y el tomate, deja que se cocinen con la carne, hasta que quede tierna, sube la temperatura del fuego y añade el vino hasta que evapore el alcohol. Cubre con caldo o agua, lo suficiente para que sobrepase la carne, añade el laurel. Deja cocer a fuego medio unos 25-30 minutos, o hasta que el cordero quede muy tierno.
Añade la carne a la cazuela y deja dorar a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Una vez bien dorada, añade la cebolla picada fina el pimiento y el tomate, deja que se cocinen con la carne, hasta que quede tierna, sube la temperatura del fuego y añade el vino hasta que evapore el alcohol. Cubre con caldo o agua, lo suficiente para que sobrepase la carne, añade el laurel. Deja cocer a fuego medio unos 25-30 minutos, o hasta que el cordero quede muy tierno.
En el
último momento, maja en el mortero los ajos fritos reservados, rectifica la sal y la pimienta. Añade al guiso y deja acabar la cocción unos
minutos.
!a disfrutar!
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